Opinión

Incoherencias

UNA COSA y la contraria. En política, donde cada vez cotiza menos la coherencia, se puede sostener una postura y otra antagónica. Y no pasa nada. Como decía el genial Groucho Marx: "Estos son mis principios pero si no le gustan tengo otros". Pongamos tres ejemplos muy recientes: 1) Laura Borràs, presidenta del Parlamento catalán, no fue ni irá a ver al rey Felipe VI para comunicarle la investidura de Pere Aragonès. Pero de ningún modo piensa renunciar al salario y a las prebendas del Estado español. 2) Pablo Casado apoya al Gobierno de Pedro Sánchez en el conflicto con Rabat pero, al mismo tiempo, lo acusa de no evitar la crisis. 3) Excargos dejan Ciudadanos porque el que ha cambiado es el partido y no ellos. ¿Es eso estar a las duras y a las maduras?

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