El PP madrileño siempre ha sido la casa de los líos. Pasaba en la época de Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz Gallardón, que hicieron bueno aquel dicho que unos atribuyen a Churchill y otros a Andreotti: "Hay amigos íntimos, amigos, conocidos, adversarios, enemigos, enemigos mortales y... compañeros de partido". Pues con Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez Almeida puede acabar pasando algo parecido. Y eso que los dos llegaron de la mano de Pablo Casado y, pese a sus diferencias en algunos planteamientos, parecían congeniar en lo esencial. Pero ahora resulta que la presidenta de la Comunidad quiere ser la líder del partido en Madrid y el alcalde propone una tercera vía. O, lo que es lo mismo, un triunvirato, una tricefalia... Ya ven: quedan aún muchos meses para el congreso autonómico del PP y la gente empieza a prepararse para una batalla.
Una victoria pero no la victoria
El fallo del TSXG que tumba los 524 despidos en Alcoa es una victoria que el comité de empresa no dudó en celebrar, aunque es consciente de que la batalla puede ir para largo. De todos modos fue como un regalo de Navidad anticipado, pues hace albergar esperanzas y supone una inyección de moral en un conflicto que parece eternizarse.
