Opinión

Habemus general

¿CUÁNTAS VECES le habrán preguntado en los últimos años al coronel Miguel Ángel González Arias cuándo iba a ser ascendido a general? Seguramente muchas, pues era algo esperado desde hace tiempo aunque no se concretara hasta ayer. Su nombramiento como general de brigada viene a poner el broche de oro a la trayectoria profesional de un oficial que ha dejado una gran impronta al frente de la comandancia de la Guardia Civil de Lugo, donde es apreciado por su espíritu conciliador, su saber estar y su preocupación por ayudar a los demás. En su hoja de servicios no se debe obviar que, en sus inicios, había trabajado con su discreción habitual contra el terrorismo. Por ejemplo, en la investigación del secuestro de Ortega Lara. ¡Felicidades, general!

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