Opinión

Guerra da guerra

TIRANDO de ironía, Alfonso Guerra trató ayer de poner "las cosas en su sitio" durante una comparecencia en Alicante: "Algunas personas lo mismo abuchean a un presidente del Gobierno que aplauden a una cabra; cada uno decide quién lo representa mejor". El que fue número dos del PSOE y del Gobierno en la época de Felipe González, que a sus 81 años sigue manteniendo intacto su sarcasmo, se refería así a lo que ya se ha convertido en una tradición en el desfile que se celebra cada 12 de octubre con motivo de la Fiesta Nacional. Las protestas comenzaron en 2005 con Zapatero y siguen con Sánchez, aunque desaparecieron en la época de Rajoy. ¿A quién benefician estas manifestaciones que no parecen espontáneas? A la imagen del Ejército desde luego que no.

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