Opinión

El último charco

Ya lo decía Jorge Luis Borges, el genial escritor argentino con el que el premio Nobel siempre estará en deuda: "No hables si no puedes mejorar el silencio". Pablo Iglesias ha tratado de hacer electoralismo cuestionando las donaciones de Amancio Ortega a la sanidad pública y el tiro le ha salido por la culata, pues está teniendo una fuerte contestación social. Desde la patronal hasta los pacientes. Incluso personas próximas al espectro ideológico del líder de Unidas Podemos han preferido no pisar ese charco. Una cosa es pedir una mayor fiscalidad para los más ricos y otra es desdeñar la generosidad del dueño del imperio Zara, uno de los grandes generadores de empleo del país y un empresario que siempre ha marcado distancia con los políticos, sean del color que sean. No se deben mezclar churras con merinas ni confundir con datos falsos o medias verdades. 

Daños colaterales en la guerra 

En las guerras siempre hay daños colaterales. Y mucho nos tememos que en la batalla de EE.UU. y China no va a ser Huawei la única afectada. Detrás vendrán otras empresas (Adidas, Nike, Apple...), que tendrían que trasladar sus plantas del país asiático. Y ello significaría productos más caros.

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