Opinión

Doble Año Santo

DEJANDO AL margen consideraciones generales y creencias personales, no cabe duda de que la ampliación del Año Santo 2021 a todo el año 2022 constituye una gran noticia. Especialmente para Galicia, que a fin de cuentas es el destino de las peregrinaciones. Inmersos como estamos en una pandemia que aún nos tendrá ocupados por un tiempo —por mucho que la vacunación acabe cogiendo velocidad de crucero—, este bienio jacobeo se presenta como un buen incentivo para la tan ansiada recuperación. Estamos necesitados de estímulos y este año de gracia puede ser uno de ellos. Sobre todo si se tiene en cuenta que hasta el verano veremos seguramente mermado el número de visitantes. Así que, al menos, es posible que se logre salvar algo que ya se daba casi por perdido.

Llamada a la responsabilidad

Vistos algunos vídeos que han circulado por redes estos días, tanto en Lugo como en otras partes de España, hay motivos para la preocupación ante la evidente falta de responsabilidad de algunas personas que no acaban de entender que vivimos una situación especial en la que está en peligro la salud y la vida de mucha gente. La colaboración de cada uno de nosotros es fundamental para que esta larga pesadilla pueda acabar cuanto antes.

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