Opinión

Deriva autoritaria

DEMOCRACIAS ILIBERALES. Así les llaman ahora a las dictaduras encubiertas. Es el caso de la Rusia de Vladimir Putin, donde la falta de transparencia y de respeto por las minorías es una evidencia. El ejemplo más palmario lo tenemos en el opositor Alexei Nalvalni, que regresó a su país —y a la cárcel— tras un intento de envenenamiento del que salió con vida de puro milagro. De la dura represión no se libran ni su familia, ni sus amigos ni las organizaciones que le prestan apoyo. Pero la comunidad internacional asiste casi impasible a este tremendo abuso de poder. Sí, algunas palabras de condena por parte de Angela Merkel y Emmanuel Macron y poco más. La UE siempre tan tibia e indulgente. A ver si en la cumbre que celebrarán previsiblemente en junio Rusia y EE.UU. sale este tema a relucir y Joe Biden habla con la misma claridad con la que se expresó no hace tanto tiempo sobre el líder ruso.

Nadie se libra de la disciplina
La disciplina no se negocia en Alemania. Ni con los cracks de fútbol. Régimen interno del Bayern: no ir en Audi (coche oficial) al entrenamiento, no vestir adecuadamente, llegar tarde a entrenarse o escupir en el vestuario, 10.000 euros de multa. Y rechazar firmar autógrafos a aficionados, 2.000.

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