Opinión

Ciudad amable

"A CULTURA volve á rúa". Así, de manera tan gráfica, explicaba el otro día la concejala Maite Ferreiro la pretensión del Concello de Lugo de aprovechar la pandemia para dar vida a la calle, como ocurre en muchas metrópolis europeas durante el verano. Autocine, conciertos al aire libre, proyecciones y espectáculos que contribuyan a reforzar la oferta cultural siempre que se eviten aglomeraciones y se minimicen riesgos para la salud. Y en consonancia con el afán de peatonalización del equipo de gobierno de la alcaldesa Lara Méndez, que tiene ante sí la oportunidad de oro de hacer una ciudad, si cabe, aún más amable y acogedora. Una ciudad pensada más para los peatones que para los coches, como la Pontevedra de Fernández Lores, quien por cierto acaba de recibir otro premio internacional por su modelo urbano. Hagamos de la necesidad virtud. A ver si entre todos —porque las ciudades se mueven por «emociones colectivas», como decía John Steinbeck— logramos un Lugo mejor. 

Un necesario voto telemático 

Otra lección de la pandemia: si hemos avanzado en el teletrabajo, ¿por qué no intentamos hacer lo mismo con el voto telemático? Como otros países.

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