Opinión

Cambio de cromos

UNA PENA que el presidente Pedro Sánchez y su socio Pablo Iglesias no hagan una remodelación en profundidad aprovechando la salida con destino a las elecciones catalanas de Salvador Illa, un ministro que, más allá de sus aciertos y errores en la gestión de la pandemia, seguramente mejorable, deja una buena imagen en cuanto a hombre educado y siempre correcto en las formas. ¿Y por qué una pena que no haya más cambios? Porque, en medio de una crisis de la gravedad de la que vivimos, con mucha gente falleciendo y otra mucha pasando graves dificultades de salud y económicas, no se sostiene mantener un Ejecutivo integrado por 23 miembros, con el gasto añadido de sus colaboradores, asesores, coches oficiales... Lo lógico sería reducir ese número, máxime cuando algunos departamentos ministeriales tienen escasas competencias y difícil justificación. Al final todo queda en un cambio de cromos: Illa deja su puesto a Carolina Darias, que a su vez le hace sitio a Miquel Iceta.

El Brexit y sus consecuencias

Los nacionalistas escoceses están dispuestos a un referéndum unilateral de independencia. Al estilo catalán. Irlanda del Norte, el otro frente abierto por el Brexit. La fractura será parte de la factura.

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