HUBO UN tiempo en que la llamada caja tonta no fue tan tonta. Y los contenidos intelectuales no eran tan residuales en televisión, aunque se emitieran por la segunda cadena de TVE. El fallecimiento de José Luis Balbín nos permite añorar aquellos tiempos pretéritos en los que debate, profundidad, análisis y cultura se daban la mano en La clave, que venía a ser un remedo del francés Les dossiers de l’écran. El programa arrancaba con la intrigante música de Carmelo Bernaola y constaba de dos partes. En la primera se emitía una película relacionada con el tema a tratar, que se debatía a continuación. Por allí pasaron tertulianos del nivel de Olof Palme, Severo Ochoa, Bernard- Henri Lévy... ¡Que la tierra del no tan lejano concejo de Pravia te sea leve, maestro Balbín!
Estuvo acertado al retirar la candidatura para los Juegos de Invierno de 2030 ante las diferencias de Cataluña y Aragón.
Suspenso compartido con la Generalitat por no ser capaces de ponerse de acuerdo para organizar los Juegos de 2030.
