Opinión

Alegría en la calle

"IMPOSIBLE VIVIR siempre en estado de catástrofe", dejó escrito hace varias décadas la añorada poeta argentina Alejandra Pizarnik, que hubiera cumplido 74 años esta misma semana. Una frase que ha recobrado plena vigencia en estos tiempos de tribulaciones y desasosiego que vivimos. Es por ello que celebramos que los niños hayan podido salir a las calles y alegrarlas con sus voces, sus risas, sus juegos... Con ese ruido que en el pasado nos pudo parecer en ocasiones molesto y que ahora vino a romper —si se permite el oxímoron— un silencio demasiado atronador. Es posible que este domingo se cometieran muchos excesos y, como dejan constancia algunas imágenes, se incumplieran durante los paseos elementales normas de distanciamiento social. Pero es más responsabilidad de los padres que de los propios menores, que llevaban mes y medio soportando estoicamente el confinamiento y que este domingo, por fin, vieron abrirse esa puerta que conecta la infancia con un futuro que es suyo más que de nadie.

Una desescalada asimétrica
140 municipios gallegos están libres de virus. Una razón más para que la desescalada sea asimétrica. Ojalá que se acabe imponiendo el sentido común.

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