Opinión

Alcoa: difícil salida

EL PROCESO de venta de Alcoa acabó siendo un paripé. La única esperanza parece la intervención por parte del Gobierno, que ya lo intentó de algún modo con una oferta de compra de la Sepi que tuvo el mismo éxito que la de Liberty House: es decir, ninguno. Visto lo visto, todo pasaría por expropiar o nacionalizar. Pero no será fácil tanto jurídica como económicamente, pues una medida de ese tipo siempre es difícil de adoptar, debe argumentarse adecuadamente y tiene un coste elevado. Mientras, se podría ganar tiempo y seguir presionando. Por ejemplo, paralizando el Ere (los despidos, para no andar con eufemismos) o reabriendo cualquier vía judicial en relación a las cuantiosas subvenciones percibidas. ¿Por qué no quiere Alcoa vender la planta de Aluminio? Para no ‘regalársela’ a la competencia. No solo no recibiría contraprestaciones, sino que tendría que realizar una aportación para segregar Alúmina. Y no está por la labor. El dinero no tiene corazón.

Hay que continuar luchando

Lo que nunca se debe hacer es bajar los brazos. Sería injusto que al final no tuviera recompensa el esfuerzo de Zan y el resto del comité, de políticos, sindicalistas y toda una comarca que se volcó en defensa de una factoría clave para el futuro.

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