UN MONTE vivo y seguro. Mantener la actividad de miles de profesionales del sector forestal, al tiempo que se garantiza la salud de todos ellos en un momento de crisis sanitaria global. Esta ha sido, y sigue siendo, nuestra responsabilidad en Ence con el monte gallego. Un decidido compromiso que nos ha permitido proseguir con el suministro de celulosa y energía renovable, esenciales en la lucha contra el Covid-19.
Nuestro compromiso no habría sido posible sin la participación activa y responsable de toda la cadena del sector forestal: propietarios, rematantes, empresas de servicios, transportistas y asociaciones del sector. Gracias a su dedicación, ha sido posible la continuidad de la actividad de la compañía, que también ha realizado importantes esfuerzos de adaptación al nuevo escenario.
La prioridad de Ence ha sido, desde el inicio de esta excepcional situación, la seguridad de todas las personas relacionadas con nuestra actividad. De esta manera, se han aplicado, desde semanas antes del decreto de estado de alarma, oportunas medidas de prevención frente al contagio y protocolos de actuación que han demostrado ser fundamentales para proteger la salud y bienestar de todos los profesionales y familias de la cadena de valor.
Las nuevas tecnologías han sido nuestras aliadas en este empeño conjunto. Haciendo uso de estos avances, a raíz de la crisis hemos habilitado un sistema completo de compra-venta de madera en pie por teléfono, dotado de las firmas por voz que se usan en otros sectores. Esto nos ha permitido evitar el contacto directo entre personas, y, con ello, todo riesgo de contagio. Una medida que ha sido muy apreciada por nuestros colaboradores, y que abre nuevas posibilidades en la modernización de la gestión forestal.
Hemos revisado todas nuestras operaciones, y realizado importantes esfuerzos con el objetivo de garantizar la continuidad de la actividad al mayor número posible de empresas rematantes, transportistas y de aprovechamientos forestales. En Ence hemos reforzado los parques de recepción de madera propios, aumentando los turnos de nuestros equipos e impulsando nuevas inversiones para aumentar la capacidad de nuestras básculas, grúas y procesos de descarga.
En esta misma línea, hemos acondicionado y abierto parques externos, lo cual supone nuevas instalaciones de básculas, equipos de descarga de madera, incorporación de personal y nuevos costes logísticos. Ante la crisis, hemos asumido todos una menor eficiencia en las operaciones, que se ve compensada con creces por la seguridad, tanto sanitaria como laboral, de miles de personas.
Debemos recordar que nos encontramos en un entorno difícil para toda la sociedad, al que no es ajeno el sector de la celulosa. Las perspectivas son complejas en el mercado internacional, tras un periodo largo de bajada continuada de los precios, que ha afectado de forma importante a nuestros resultados, lo que suma una dificultad más a todo el sector.
Con todo, desde Ence queremos reafirmar nuestra apuesta decidida por mantener la actividad de muchas empresas del sector, minimizando los daños en un tejido fundamental, indispensable para mantener la diversidad y equilibrio del sector forestal, y para seguir surtiendo a la sociedad de productos esenciales basados en la celulosa.
Estamos convencidos de que el monte y sus actividades relacionadas conforman un vector de crecimiento esencial para toda la economía de Galicia. La madera de nuestros montes es, además, una alternativa natural, renovable, y de origen local para el desarrollo de la bioeconomía, una reclamación social en la búsqueda de un futuro más sostenible.
