Opinión

¿Una muerte evitable?

LA MUERTE del batería de Los Piratas por un disparo de un guardia civil tras haber agredido presuntamente a su mujer ha abierto un intenso debate. Si bien todavía se desconoce qué ocurrió realmente en el interior de la vivienda, algunos se han apresurado a criminalizar la actuación del agente que apretó el gatillo, aludiendo a un uso desproporcional de la fuerza, mientras otros justifican la reacción al considerar que se vio comprometida la integridad del guardia agredido. Una agresión que habría pasado de producirse con un cuchillo, según la versión inicial de la Benemérita, a llevarse a cabo con un tenedor, como declaró posteriormente un testigo. En medio de un cruce de acusaciones entre la familia de la víctima, sanitarios y guardias civiles, un juez intentará arrojar luz sobre este intrincado caso, más propio de Oklahoma que de Ponteareas. Pero la depuración de culpas no valdrá para devolver la vida a Hal 9000, como era conocido el músico en su entorno. En cambio  tomar ciertas medidas, como dotar a los agentes de pistolas eléctricas 'taser' o fijar en las academias policiales unos protocolos claros a seguir en cuanto a defensa,  sí puede servir para salvar vidas en el futuro.

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