Opinión

Obsesión con lo 'monetary'

Sexo, drogas y... dinero. Ese es el lema de la mayoría de letras del trap y música latina actual. Personalmente, y con la casaca de carroza treintañero puesta, no creo que una canción tenga que ser necesariamente poética; y no nos engañemos, los ‘hits’ de los 80 y 90 tampoco bebían de García Márquez o Neruda. Lo que no había era esa necesidad vulgar de presumir, como Chanel, de que el apartado ‘monetary’ no es problema. En esas odas a lo material no pueden faltar tampoco el Bugatti o el Lambo —nunca Ferrari o Porsche, pues tienen demasiada clase—. La lección que les faltó a esos críos es que alguien les enseñase que hablar de dinero es de mala educación. Aunque para ellos eso será ‘secondary’.