Me da igual que me tachen de merengón siendo culé. Estoy contento de que se haga justicia futbolística y los tres pichichis nacionales vayan, de una vez, a la selección. Iago Aspas, Joselu y Borja Iglesias. Tres jugadorazos que casualmente son gallegos y a los que, por algún motivo que solo entenderán los gurús barcelonistas, Luis Enrique se negaba a convocar, en lo que parecía una inquina del asturiano hacia nuestra comunidad. Un delantero, guste más o menos, se mide por el gol. Y estos tres suman en Liga una docena por cabeza, más que Benzema o Morata, el nueve del Mundial. Lo de Escocia fue eso, un accidente, que no debe solapar la exhibición ante Noruega de un Joselu que, como la carne de vaca de su Silleda, mejora con la edad. Y cuando el maestro pasador Pedri se recupere, estoy seguro de que el trío gallego se va a hinchar, para orgullo de nuestra tierra.
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