Opinión

Esther Eiros, gallega buena y generosa

La vida se hace de retazos, de etapas, de silencios inquietos y de bramidos sordos, de lo público manifiesto y de lo íntimo subyugante. El ser es cuanto vive con consciencia y aquello que nos determina en unas circunstancias y en una época, es quizás un ascenso pendular, un viaje apasionado, es todos los momentos y cada uno de ellos.
Todo eso lo sabe Esther Eiros, una superviviente, un dama del trabajo y de la vida, una persona de indudable compromiso familiar y de profundas convicciones, de verdades expresadas con la libertad de sentirse, cada día,  conforme consigo misma y al servicio de los otros, de modo peculiar cuando nos habla desde las ondas. Cada fin de semana desde hace varias décadas todo se hace transparencia en una voz agradable, firme, acomodada sobre una cama musical y siempre en compañía de su gente. En los precedentes Radio Miramar, RNE, Radio Minuto; en el presente, Onda Cero y Atresmedia…
Primero fui su admirador, luego compañero y, ahora, colaborador de su programa ‘Gente viajera’, para siempre ya, viejo amigo. Me conforta ser parte de su equipo, de esa valija rellena de avatares indisociables, de equipajes que se van armonizando en el compartir de vivencias, traslados, sobremesas, conocimientos, llamadas infinitas, y siempre una actitud positiva y el saber escuchar para mejor contar a los oyentes, conscientes de que tras cada receptor hay un ser humano al que, como Esther nos inculca, debemos respeto, verdad, compañía y solidaridad. Tratamos de ser buenos profesionales pero, ante todo, somos buena gente... viajera, claro.
Creo saber que Lorena Pérez Mansilla, Víctor Herranz, Enrique Domíngez Uceta, Raúl de Tapia, Julia Navarro, Kike del Olmo, Irene González, Ángel, Carlos, Irma, Elena, Eva, Mariano, Mar, Elisabeth, Jorge. Nacho, Miguel… y todo el equipo técnico, además de quien en esta ocasión les escribe, conformamos la tripulación de una nave bien pilotada por quien ha volado, navegado, transitado, recorrido todos los mares y experiencias, como mujer y comunicadora pionera, siempre respetada por su trabajo, admirada e incluso reconocida, a la que la Medalla Castelao le llega con la oportunidad de esta pospandemia que ha acabado con muchas víctimas y que casi acaba con la industria turística.
Creo intuir que con esta distinción se reconoce una trayectoria de incuestionable amor a Galicia y a España, de compromiso fiel con los grandes empresarios hoteleros, restauradores, y con cada profesional del turismo —agencias, transportes, limpieza, informática, seguridad, etc.—, además de con los propios compañeros comunicadores y, de manera especial, con los oyentes, pero también con la legalidad y con la tierra. En Esther hay vocación, dedicación y hechos, escuela, experiencia y voluntad. En ella también se reconoce a una gallega emigrante que sueña con hacer una biblioteca de viajes en su casa de la aldea.  Esencialmente es «boa y xenerosa» y eso se lleva en los genes, el horizonte de una actitud y de una estirpe.
 En Barcelona, en donde reside; en su parroquia lucence, a la que acude cada verano; en Andalucía, en Madrid o en Nueva York o en Salzburgo; en una isla o en un hotel del Caribe, donde esté Esther se encontrará noticia de la voz más influyente del turismo español.
Decía Castelao que «el árbol es el símbolo del señorío espiritual de Galicia, es la magia de los ojos... nos da la fruta, le pide el agua al cielo, nos da la sombra fresca en verano y el calor encantador en invierno... En nuestra tierra se dan los mejores árboles. El día que sepamos lo que vale un árbol, ese día no tendremos necesidad de emigrar». Esther Eiros es un castaño firme, de profundas raíces, que ha puesto voz a un peregrinaje por la vida, por sus arraigadas pasiones, con lealtad geográfica y espiritual, y que da fruto. 
Enhorabuena también a aquellos otros reconocidos con la Medalla Castelao: Santiago Pemán —compañero en la CRTVG durante más de una década—, Manuel Vila López, el Centro Superior de Hostelería de Galicia —creado por el presidente Manuel Fraga en mi etapa como jefe de prensa de la Xunta de Galicia— y a Xoán Luis Saco. Parabéns e saúde. Galicia está orgullosa de vosotros y en ella conformáis un bosque de esperanza. Estamos en el buen camino.