Méndez pretende entregar el control del personal a un director general

Recurre a una figura que ya hubo en el Concello para otras áreas y para la que se perfila la letrada asesora, Ana Sáez ►El objetivo es mejorar la gestión administrativa, para lo que negocia con la oposición, que también pide cambios
Méndez, con trabajadores en las oficinas municipales
photo_camera Méndez, con trabajadores en las oficinas municipales

La alcaldesa de Lugo, Lara Méndez, prevé someter al pleno de este mes el nombramiento de un director general de recursos humanos, una figura con la que el gobierno local quiere reenfocar la gestión de personal del Concello de Lugo. La regidora negocia con la oposición la creación de este puesto, que ya se utilizó en mandatos pasados para otras áreas, y que en esta ocasión, a diferencia de las anteriores, podría ser ocupado por una persona de la casa. Se exige que sea un funcionario de carrera o con habilitación de carácter nacional que pertenezca a cuerpos o escalas del grupo A1, por lo que las opciones no son muchas. Reunirían requisitos la vicesecretaria, María García; el presidente de la junta de personal, Manuel Louzao, o la técnico de contratación Ana Tabarés, aunque en diversos ámbitos suena con fuerza la letrada asesora Ana Sáez. La designación corresponderá a la junta de gobierno, según establece la Ley de Bases de Régimen Local.

El objetivo es reforzar y dar un impulso a los recursos humanos del Concello, una necesidad compartida por la mayoría de los sindicatos y también por la oposición. Desde el mismo momento de organización del gobierno, Méndez dejó abierta la posibilidad de recurrir a esta figura o a la de un coordinador general para alguna de las macroáreas que tuvo que crear, como podría ser la de urbanismo, medio ambiente y personal, de la que se ocupa el concejal Daniel Piñeiro. El Concello de Lugo también tuvo en alguna época la figura de coordinador -fue en el último mandato de José López Orozco y la ocupó la jefa de personal, Marta López-, pero Méndez prescindió de ese puesto nada más llegar y ahora opta por una dirección general. Ambos son órganos directivos potestativos, pero la diferencia fundamental con el coordinador es que un director general tiene capacidad de firma. No solo impulsa medidas sino que firma las propuestas. La dirección general de recursos humanos iría adscrita al área de Desenvolvemento Sostible e Persoal e integraría los puestos de trabajo y las unidades que forman parte del servicio de personal.

Además, está previsto que la persona que ocupe ese puesto cuente con una comisión de apoyo para la toma de decisiones relevantes. La idea es que esté integrada por el secretario, la vicesecretaria, el interventor, y los titulares del órgano de gestión tributaria y de la asesoría jurídica. También podrán asistir técnicos municipales, miembros del gobierno y representantes de los empleados municipales si su presencia es requerida.

Con esta figura, el gobierno quiere tratar de mejorar la gestión administrativa, que se ve muy condicionada por la gestión de personal realizada en los últimos años. Hay áreas muy deficitarias, un enorme e irregular desajuste entre la plantilla real y la relación oficial de puestos de trabajo, ofertas de empleo atrasadas y mucha dificultad a la hora de contratar.

Méndez ya intentó dar un giro a la política de personal hace unos meses, con el fichaje de José Mourelle Cillero para la secretaría municipal y para hacer de enlace entre el gobierno y los diferentes servicios, aunque el plan se vio frustrado por su dimisión al ser investigado por su labor en la Diputación.

El fichaje de Cillero, que ya había sido asesor jurídico del Concello, provocó mucha contestación por parte de la oposición, pero si se confirma que la apuesta de Méndez ahora es un funcionario de la casa, la medida podría encontrar mejor acogida tanto de partidos como de sindicatos.

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