El papa Francisco ha protagonizado una curiosa estampa durante una recepción de feligreses al apartar la mano de aquellos que intentaban besar el anillo del pescador que luce en su mano derecha.
Las imágenes, que están dando la vuelta al mundo, muestran como el pontífice esquiva, cada vez con más ímpetu, a los fieles que insistentemente quieren tocar el anillo con sus labios.
El comportamiento del Papa ha generado todo tipo de interpretaciones en las redes sociales, donde muchos consideran que es un gesto de humildad.
El anillo se besa como símbolo de pleitesia, él evita que se lo besen del mismo modo que no quiere que se arrodillen ante él.
— EL MENTALISTA (@javierbotia) 25 de marzo de 2019
Por una cuestión de humildad.
El jefe de protocolo les pide que no le besen, pero la gente no hace caso, del mismo modo que hacen amago de arrodillarse.