Opinión

Tres que pueden ser dos

La candidatura a liderar el PSOE del sector afín a Caballero podría desactivar la de Arias

EL PSOE DE LUGO ya está preparado para una nueva batalla fratricida que se librará en las primarias del 3 de diciembre. Tres candidatos, apadrinados por tres sectores del partido, formalizaron su candidatura y ahora solo les queda reunir un 3% de avales entre los dos millares de militantes socialistas lucenses.

La última en anunciar su candidatura fue Patricia Otero, una desconocida concejala de Burela pero que en sus poco más de dos años en política ha desarrollado una acelerada carrera que la ha llevado a coordinar el área más importante del concello mariñano, situarse en el número cuatro de la lista de las autonómicas y ahora optar a la secretaría provincial socialista.

Además, su irrupción en escena de la mano del sector que apoyó en las primarias a Gonzalo Caballero y, se entiende que con el beneplácito del secretario xeral del PSdeG, podría desactivar la otra candidatura crítica con el oficialismo del PSOE provincial, la del alcalde de Castroverde, Xosé María Arias.

De hecho, a sabiendas de que el sector afín a Caballero estaba buscando un candidato alternativo al besteirista Álvaro Santos, el propio Arias se ofreció como opción, aunque fue descartado porque lo que buscaban era una persona de consenso y el regidor de Castroverde no tiene precisamente una buena relación con algunos dirigentes socialistas en la Diputación. Este rechazo llevó a Arias a dar el paso, consciente de que sí Tres que pueden ser dos cuenta con el apoyo de otros críticos como el alcalde de Becerreá, Manuel Martínez, aunque también seguramente con la idea de poder negociar una integración en el caso de que los afines a Caballero impulsasen una candidatura propia. Y como unos y otros saben que a Álvaro Santos y al aparato socialista en la Diputación les interesa una división de los críticos en estas primarias, puede que finalmente acaben fundiéndose la candidatura de Arias y Otero, como ya ocurrió en el proceso autonómico con la de Caballero y Xoaquín Leiceaga.

De hecho, parece que en los últimos días ya hubo otros acuerdos para desactivar candidaturas, como parece que ocurrió con el alcalde de Monforte, José Tomé, que habría llegado a un pacto con Álvaro Santos para no presentarse a la secretaria provincial a cambio de integrar la futura ejecutiva.

En otros casos, la desactivación parece que fue para evitar recelos entre compañeros de gobierno, como parece que pasó con la opción de Ana Prieto, sabedora de que la alcaldesa Lara Méndez y sus más estrechos colaboradores apuestan por Santos.

"Este é outro proceso que non ten que ver nada coas primarias do PSdeG ou coas do PSOE", aseguraba el jueves un veterano socialista que en su momento apoyó a Pedro Sánchez, luego a Gonzalo Caballero y ahora, aunque prefiere no hacerlo público, parece que apostará por Álvaro Santos, lo que da idea de cómo estará de disputada la batalla. Lo único claro es que la interinidad de la gestora acabará el 3 de diciembre. Otra cosa es que se aplaquen los ánimos en un partido convulso en los últimos años.

Socio y ciudadano

Como socio, le doy un sobresaliente a la directiva del Club Fluvial de Lugo por su apuesta para remodelar su sede y por su habilidad para sacarle dinero a las administraciones para financiar unas obras que revertirán en una sociedad privada. Como ciudadano, les doy un suspenso a los cargos políticos que acudieron a la inauguración de las instalaciones porque no son capaces de crear una playa fluvial pública en el Miño.

Raiolas y burocracia

La asociación Raiolas trató esta semana de dar un ultimátum al Concello para saber si le van a dar autorización para convertir en centro de día la guardería construida sin licencia por la Diputación en el campus y que nunca llegó a abrir. Dos años lleva esperando por el permiso la directiva de este colectivo, que apostó por la cesión de un edificio ilegal que precisa de una laboriosa tramitación para ser regularizado.

Podemos camina solo

Los cuatro miembros de Podemos que integraban la dirección de Lugonovo anunciaron esta semana que abandonaban la plataforma municipalista por "importantes diferencias políticas", dejando perplejos a sus socios, que aseguraron no ser conscientes de que hubiese tal malestar. Podemos deberá a partir de ahora de rearmar una endeble estructura que no se corresponde con el potencial de voto que tiene en Lugo.

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