Opinión

El PSOE no camina solo

Socialistas y federación vecinal mentienen una interesada alianza que se le atraganta al PP

AUNQUE PUEDA parecer que el gobierno que dirige la socialista Lara Méndez está más solo que la una, tiene un socio leal de puertas afuera que, pese a no haber tenido mucha influencia en los mandatos de José López Orozco, sí está en sintonía con la nueva regidora, a la que incluso escolta a los actos organizados para reprochar a la Xunta su "desprezo" a Lugo. 

Por si alguien aún no sabe cuál es el aliado al que se alude, hablamos del autodenominado movimiento vecinal de Lugo, un conglomerado de asociaciones heterogéneas de barrio y parroquias que, al amparo del cacharrismo primero y el besteirismo después, fue cobrando fuerza gracias a la subvención y al contacto habitual con los medios de comunicación. 

Aunque el principal activo inicial era su capacidad de convocatoria en torno a raciones de empanada y chorizo frito gratis, cuando sus directivos, instigados por un conocido exconcejal popular, idearon pasar a la acción y usar su intangible masa social para influir en la política, fue cuando los partidos comenzaron a tenerles en cuenta.

Pese a que la mayoría de esos dirigentes vecinales estaban en la nómina de populares cabreados, el PSOE no dudó en acogerlos en su seno una vez se hizo con la Diputación de Lugo y, lejos de cortar el grifo de la subvención, amplificó los recursos que ya recibían de la administración Cacharro. A cambio, José Ramón Gómez Besteiro pasó a ser un presidente sin mácula para ese movimiento vecinal, que ya centró sus esfuerzos reivindicativos en determinadas consellerías, sin olvidarse de dar toques de atención a Orozco. 

Aunque las primeras movilizaciones para exigir la finalización del plan Paradai ya habían logrado movilizar en 2004 a varios cientos de vecinos, el auténtico aldabonazo de las huestes de Jesús Vázquez fue la campaña para reclamar los servicios sanitarios prometidos en el Hula: Hemodinámica, Radioterapia y Medicina Nuclear. Espoleados por informaciones como las que se publicaban en este diario y que apuntaban el paso de los meses sin movimientos por parte de la Consellería de Sanidade, la federación vecinal junto con otros colectivos y sindicatos, convocó concentraciones e ideó una campaña para recabar firmas que dejó descolocados a los dirigentes del PP de Lugo y ayudó a frustar sus intentos de hacerse con los gobiernos de la Diputación o el Concello. 

La campaña, que aún continúa hoy porque las autoridades sanitarias se mantienen impertérritas en su decisión de no abrir las 24 horas la sala de Hemodinámica del Hula o no cumplir lo prometido en el viejo Xeral, animó a la federación vecinal a abrir nuevos frentes. 

Lugo... non perdas o tren’ fue el lema de una iniciativa para exigir mejoras en el ferrocarril de la provincia, aunque la recargada presencia de los cargos del PSOE en los actos reivindicativos que se convocaron hizo difícil distinguirlos de una reunión de partido. 

La última actuación conjunta de esa amistosa entente se pudo ver esta semana durante la sobreactuación de la alcaldesa Lara Méndez en respuesta al titular de Política Social y su desafortunada forma de anunciar para Lugo una nueva residencia de ancianos. El conselleiro José Manuel Rey Varela, que recibía hace unas semanas a los dirigentes de la federación vecinal para hablar sobre la atención a mayores en un gesto que se interpretó como un cambio de estrategia de la Xunta con este colectivo, prefirió dar esta semana la noticia de la inversión a través del diputado y portavoz municipal del PP Jaime Castiñeira, uno de los grandes damnificados por las protestas vecinales. La alcaldesa solo tardó unas horas en presentarse en el registro de la Xunta, acompañada de varios miembros de la federación vecinal, para presentar propuestas de ubicación de la futura residencia y, de paso, acusar de "desprezo" a Lugo al conselleiro. 

Lara Méndez volvió a sentir ayer [el viernes] el calor de los directivos vecinales durante una visita al Hula en la que reivindicaron la gratuidad del párking, pero no tardaremos en verles otra vez juntos. Con los presupuestos de la Diputación bloqueados y el movimiento vecinal afectado colateralmente, la alcaldesa, con cuentas ya aprobadas, es ahora una buena compañía para una federación con problemas de caja.

* Artículo publicado en la edición impresa de El Progreso el día 28/05/2016

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