Opinión

Carballo quiere arrastrar

El líder del PP local, aficionado al tute, busca la unidad para ganar la partida electoral

DICEN QUE a Ramón Carballo le pierde el tute tanto como a otros compañeros de partido el golf o la vela, pero quienes han jugado de pareja con él saben que no le gusta nada perder y que es capaz de abroncar sin miramientos a su pareja de partida cuando juega la carta errónea por falta de atención.

El nuevo líder de la agrupación local del PP inició el pasado viernes una partida en la que le toca salir arrastrando de as para que sus compañeros salgan de la frustración que les acompañó en la ciudad en los últimos 18 años, en los que vieron como el PSOE les arrebataba primero la alcaldía para luego mantenerla incluso en precario, como en la actualidad, con una alcaldesa sin mayoría suficiente ni siquiera para aprobar el pago de unas facturas.

Pero antes de que llegue la partida final de las elecciones de 2019, Carballo asume la dirección local con la intención de pasar página a la división abierta en el seno del partido a raíz del anterior proceso de elección de la presidenta provincial, donde la pugna entre Elena Candia y Raquel Arias dejó un grupo municipal polarizado entre los afines al portavoz Jaime Castiñeira, que apoyó a la soberina, y los ediles que se posicionaron con la mindoniense.

Una vez mostrados los triunfos en el congreso de inicio de la partida, las cartas que jugará a partir de ahora Carballo van a definir si su liderazgo es capaz de conseguir esa integración que ya ensayó en la confección de su directiva y si puede evitar que alguien acabe abandonando la partida.

Tras los abrazos y aplausos, el nuevo presidente local del PP tendrá como primer reto la organización del grupo municipal, en el que la probable salida del Concello de Jaime Castiñeira, para centrarse en el Parlamento dejará un hueco que no está claro quien va a ocupar. En condiciones normales, el protegido de Castiñeira y actual viceportavoz, Antonio Ameijide, sería el que más papeletas tendría para el puesto, aunque el veterano Enrique Rozas, alineado en su día con Carballo y Candia, también tendría opciones. Amejide da el perfil de las caras jóvenes que quiere la actual dirección del PPdeG, pero Rozas aporta la experiencia y empatía con el ciudadano que también le dio éxito al PP. Tampoco son descartables para la portavocía otras compañeras de grupo, como Mari Teijeiro, Ana López Pombo o Encarna Amigo, aunque parece claro que ninguna de las cartas que puede utilizar Carballo le va a garantizar que todos sus compañeros asistan.

La baza de la elección del portavoz del grupo será además clave de cara al final de la partida, para la que Carballo tendrá que guardarse un as si finalmente se decide a presentarse como candidato a la alcaldía. Quien designe como su voz en el pleno municipal tendrá que asumir el papel de escudero en una batalla que volverá a ser difícil para los populares lucenses y que exigirá no solo destreza a la hora de jugar las cartas, también ciertas dosis de suerte, porque la política a veces tiene una cara azarosa.

Movilización popular
Aunque el congreso local del PP no escondía más sorpresas que la de conocer la lista completa de las personas que acompañarán a Carballo, Rozas y Teijeiro en la nueva directiva, el partido demostró su capacidad para movilizar a la militancia y arropar ayer en el Pazo de Feiras e Congresos al nuevo presidente. A los populares les gusta tener siempre engrasada su maquinaria, pese a que aún falten dos años para los comicios.

Balance de Castiñeira
Jaime Castiñeira se quedó en 2011 a poco más de 400 votos de lograr la mayoría que le hubiese convertido en alcalde. No aprovechó la ola popular que llevó meses después a Mariano Rajoy a La Moncloa y en la siguiente cita fue arrastrado por las mareas y la indignación por los recortes de la crisis. En 18 años en el concello, Castiñeira solo pudo demostrar desde los bancos de la oposición la experiencia municipal que atesora.

Los gobiernos amigos
Ramón Carballo va a necesitar a los gobiernos amigos de Santiago y Madrid -al cual representa además- para contrarrestar los ataques que le van a lanzar desde el PSOE a cuenta de las inversiones de esas administraciones en la ciudad. El nuevo líder local del PP tendrá que conseguir que a golpe de DOG y BOP se ejecuten las partidas presupuestarias previstas y se impulsen o retomen otros proyectos.

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