Opinión

Ahora que se van al Brexit

Vaya usted con Dios y con la reina, Boris. Y buena suerte para todos, ustedes y nosotros. El culebrón del Brexit toca a su fin, al menos en su vertiente más mediática, para dar paso a la letra pequeña de los tratados bilaterales Unión Europea-Reino Unido, esos que interesan a Galicia como primera potencia pesquera europea. La ministra británica del ramo habla de crear una industria con pesca rentable para sus comunidades costeras, de cuotas sostenibles y de evitar capturas accidentales de delfines. Menos mal que los lucenses queremos más a las tolinas que los japoneses. Nos van a tratar mejor, seguro. 
En el arranque de otra etapa en la Europa marítima, la European Fisheries Control Agency (la EFCA de nombre tan inglés y sede en Vigo) señala el incumplimiento generalizado en la obligación de desembarque y la eliminación de los descartes. Otra malfunción europea. Pide más vigilancia y cámaras a bordo. No sorprende que eso ocurra ya que practicamente todo el sector pesquero es refractario al asunto y siendo un tema tan británico, pues en su día lo impulsaron con ahínco, me pregunto si ellos seguirán incidiendo en él en sus barcos. El buque chino que ahora tienen para vigilancia e inspección pesquera, el Lundy Sentinel, el que alquila la UE a una armadora escocesa de Aberdeen, ¿quién se lo queda? Es hora de repartir los bienes del divorcio.