Opinión

Más fuerte que el amor y el odio

El siniestro predicador de La noche del cazador contaba la historia de la humanidad a través del amor y el odio. Es probable que sean los primeros sentimientos que vengan a la cabeza para definir al ser humano. Pero será, claro, infravalorando la vergüenza. Yo, evocando mi primer flechazo, ya no siento las mariposas que entonces tenía en el estómago, pero todavía pego un respingo acongojado y mascullo una maldición si de repente me acuerdo de algún ligoteo bochornoso. Mis rencores de antaño son agua pasada, pero si me asalta el recuerdo de alguna de las mil veces que hiciese el ridículo, aún puedo desvelarme un par de horas. No conviene desdeñar el poder de la vergüenza, compañera de por vida.

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