Opinión

La moda gira al 'verde'

Que la fast fashion "ya no esté de moda" en 2030 es la meta que se ha marcado la UE para contar con una industria textil más ecológica  Inditex aspira a llevar la voz cantante en sostenibilidad
Proceso de diseño de una prenda.Inditex
photo_camera Proceso de diseño de una prenda. INDITEX

El gasto en moda es un gran termómetro del consumo y los últimos datos dicen que los europeos invirtieron en 2021 la friolera de 305.436 millones de euros en vestir y calzarse, un 9,7% más que en 2020, aunque sin llegar a recuperar la alegría prepandemia. Es lo equivalente al 2,1% de la riqueza generada por los Veintisiete, una proporción que se queda en el 1,9% del PIB en España, donde el desembolso medio por habitante ascendió a 486,6 euros. Puede parecer mucho, pero un italiano gasta casi el doble (939,6 euros).

Al margen del económico, renovar con frecuencia el armario tiene otro coste, el ambiental. Con datos que indican que para fabricar una camiseta de algodón son necesarios 2.700 litros de agua –que cubrirían las necesidades de una persona durante dos años y medio–, la Comisión Europea (CE) constata que el consumo textil en la UE supone "el cuarto mayor impacto sobre el medio ambiente y el cambio climático" tras la alimentación, la vivienda y la movilidad.

En la era de la moda rápida, la CE ordena ir hacia un sector "más ecológico", lo que implica otra forma de producir y, quizá lo más difícil, curarnos la dependencia de ir siempre a la última.

Los objetivos pasan por que, en 2030, en el viejo continente se vendan prendas duraderas, reparables y reaprovechables, fabricadas "en gran parte" con fibras recicladas, libres de sustancias peligrosas y respetando los derechos sociales y el medio ambiente. Para entonces, Bruselas pretende haber logrado un cambio de mentalidad tal que "la moda rápida ya no esté de moda" y que se extiendan los servicios "rentables" de reutilización y reparación de las prendas en un sector textil "competitivo, resiliente e innovador".

En una Galicia que de la mano de Altri podría disponer en 2026 de una fábrica de lyocell producido con madera de bosques certificados, que incorporaría textil reciclado en una segunda fase, Inditex, la tercera mayor multinacional textil del mundo –que Deloitte situó en 2021 por facturación tras Louis Vuitton y la low cost estadounidense TJX Companies– tiene claro que su expansión pasa por la sostenibilidad. "Queremos ser agentes de cambio y aspiramos a liderar la transformación de nuestra industria, a que nuestro impacto sea positivo en todos los ámbitos", afirma la presidenta, Marta Ortega, en la memoria de 2022. Como CEO de un grupo cuyas web registran al día 16 millones de visitas de potenciales compradores, Óscar García Maceiras, aspira a guiar al sector hacia un modelo "cada vez más sostenible y orientado a la circularidad".

Con la meta de alcanzar las cero emisiones netas en 2040, el año pasado Inditex cubrió el 100% del suministro eléctrico de su sede, plataformas logísticas y tiendas con renovables. También dio sus primeros pasos en los mercados de la segunda mano y las reparaciones con la plataforma Zara PreOwned, que activará en Francia y Alemania tras testarla en Reino Unido. Y, en su afán por crear una moda más verde, ha desarrollado con la química alemana Basf un detergente que reduce la liberación de microfibras en el lavado.

Las materias primas son clave. Hace dos años que Inditex creó su Sustainability Innovation Hub para desarrollar nuevos materiales, colaborando en 2022 con 200 startups. Entre sus frutos está la entrada en el capital de Circ, que ha ideado un sistema capaz de procesar prendas con mezcla de poliéster y algodón para convertirlas en una nueva materia prima reciclada. Además, el grupo se ha comprometido a comprar, por tres años y 100 millones de euros, el 30% de la producción de Infinna, una fibra 100% reciclada. Entre otras muchas iniciativas, también figura un proyecto de cultivo de algodón orgánico en Andalucía.

La transición ecológica de la moda es, sin duda, imparable.

Comentarios