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Nutrición y Pediatría: Baby Led Weaning

Ángeles Novo Martínez es Dietista-Nutricionista en la Clínica Pontón Fisioterapia

Cumplen 6 meses y surgen las dudas, que aquí te despejamos, sobre la alimentación complementaria. 
ALEX FRLEPR
photo_camera Cumplen 6 meses y surgen las dudas, que aquí te despejamos, sobre la alimentación complementaria. ALEX FRLEPR

Llegados los 6 meses del bebé es la hora de comenzar la alimentación complementaria y es normal que a los padres se les presenten miles de dudas, ¿cómo hacerlo? ¿en qué orden le damos los alimentos? ¿estará listo? 

Por si no fuera suficiente, hay que elegir entre alimentar al bebé con papillas, o introducirle sólidos adaptados a su edad que pueda manejar y tragar (lo que se llama Baby Led Weaning, o alimentación complementaria dirigida por el bebé).

La evidencia científica nos muestra que el BLW no se asocia con un mayor riesgo de atragantamiento, sino al contrario.

En los últimos tiempos, el Baby Led Weaning (BLW) está ganando adeptos, y no faltan razones. Este método le permite al bebé alimentarse respetando sus sensaciones de hambre y saciedad, tomarse el tiempo necesario para comer, conocer los diferentes sabores y texturas de los alimentos y todo esto le asegura una buena relación con la comida en el futuro, disminuyendo el riesgo de padecer obesidad. 

Para los que nunca hayáis oído hablar de él, es la alimentación complementaria sin papillas. Le ofrecemos al bebé alimentos sólidos desde los 6 meses de edad. Obviamente son sólidos adaptados al bebé, en tamaño, forma y textura que él mismo puede gestionar, llevárselos a la boca con sus manitas, aplastarlos contra el paladar y tragarlos. 

El Baby Led Weaning, además, fomenta la educación alimentaria, ya que sus bases dicen que:

►El niño ha de comer sentado con el resto de la familia. Ni antes, ni después. Comer es un acto social y los niños aprenden por imitación, así que,¿ qué mejor aprendizaje que ver comer a sus padres?  
No se le mete la comida en la boca, sino que es él mismo el que la lleva a la boca con sus manos. Con esto trabaja la psicomotricidad fina, pero además, es una cuestión de seguridad ya que él/ ella introducirá la comida en la parte delantera de la boca, y en caso de que sea necesario puede escupirla sin atragantarse. 
►Se respetan las señales de hambre y saciedad del bebé. ¿Os dais cuenta que a medida que crecemos, desaprendemos a comer y en muchas ocasiones comemos sin hambre? 
►Se respetan los tiempos del bebé, es normal que tarden más que nosotros en acabar. 

¿Y cómo puede masticar si no tiene dientes? ¿Es seguro? ¿No se atragantará? Como dije al principio, son muchas las dudas, miedos y preguntas.

Los bebés empiezan a tener el reflejo de masticación al mismo tiempo que aprenden a agarrar la comida y llevársela a la boca ellos solos. Solamente hemos de presentar la comida de forma que le resulte fácil de agarrar (trozos alargados) y de aplastar contra el paladar (trozos blanditos). 

Es fundamental que el bebé se mantenga sentado erguido con la espalda apoyada sin ayuda, que no se caiga para los lados ni para delante, que haya perdido el reflejo de extrusión (expulsar los sólidos con la lengua) y que sea capaz de coordinar ojos-manos-boca. En este momento, que suele ocurrir a los 6 meses de edad, es seguro comenzar la alimentación complementaria sin papillas. 

Lo importante es introducir los alimentos potencialmente alergénicos de uno en uno, y dejando entre 1 y 3 días antes de introducir el siguiente

Siempre hay que tener presente que la alimentación complementaria no es la base de la dieta de nuestro bebé, como su propio nombre indica es complementaria a la lactancia. Entonces, el mayor aporte nutricional vendrá de la leche materna o de fórmula. El bebé debe seguir con lactancia a demanda, y hasta que cumpla un año primero se le ofrecerá el pecho o el biberón y después la comida. A partir del año se puede invertir el orden y ofrecerle la comida antes que el pecho o el biberón. 

La evidencia científica nos muestra que el BLW no se asocia con un mayor riesgo de atragantamiento, sino al contrario. Se producen más atragantamientos cuando el bebé se alimenta con purés y papillas y se le introducen los sólidos de forma más tardía. Además, al introducir los sólidos cuando el bebé ya está preparado para gestionarlos, no nos arriesgamos a que el niño empiece el cole y no los acepte bien, ¿quién no conoce a alguien que le sigue dando purés y papillas de frutas a su peque de 3-4 años casi a diario? 

Por otro lado, todos habréis visto alguna vez el papelito que el pediatra o la matrona dan con las pautas de introducción de alimentos. Que si se introduce el gluten antes o después, que si el huevo se debe dar con la clara y la yema separadas, que si los menores de 3 años no pueden comer frutos secos… Pues bien, vamos por partes: 

►La única diferencia de introducir el gluten antes o después, es que si el niño tiene enfermedad celíaca, podrá ser diagnosticado antes. Los cereales con gluten se introducen a los 6 meses, al comienzo de la alimentación complementaria. Y ya que hablamos de cereales, éstos han de ser de grano entero (integrales), ya que es en la capa más externa (la que se elimina en el refinado) en la que están los nutrientes de interés. 
►Que los frutos secos, por su forma, no se puedan ofrecer por poder producir un atragantamiento, no quiere decir que no los puedan consumir en otros formatos. Desde los 6 meses los bebés pueden consumir frutos secos en crema untados en otro alimento, en forma de harina de almendras como ingrediente de otro alimento hecho en casa… 
El huevo se puede introducir a los 6 meses sin necesidad de separar la yema de la clara, así como el pescado azul, las frutas… 

Lo importante es introducir los alimentos potencialmente alergénicos de uno en uno, y dejando entre 1 y 3 días antes de introducir el siguiente. Pero esto no solo es aplicable a los bebés alimentados mediante BLW, también a los alimentados con papillas.

El desconocimiento que en la actualidad existe en nuestro país alrededor del BLW provoca que muchos sanitarios todavía no lo recomienden.

Lo que ocurre es que debido al desconocimiento, es habitual que el pediatra solo dé recomendaciones para papillas, y muchos padres que aplican BLW acaben buscando información por ellos mismos en foros de internet y en muchos casos evitan darle carne o pescado al niño por miedo, cosa que no pasa en niños alimentados con papillas.
 
Como sanitaria, mi consejo es que, si lo quieres aplicar, informes al pediatra y te asesores con un dietista-nutricionista. Con unos padres bien asesorados, el bebé podrá disfrutar de los beneficios del BLW toda su vida, ya que está demostrado que los bebés que fueron alimentados con BLW presentan menos incidencia de obesidad y sobrepeso en la edad adulta, con lo que eso conlleva: menos riesgo de diabetes, colesterol, hipertensión… 

¡Y no olvides que disfrutar comiendo es lo más importante!

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