Opinión

El conflicto catalán

[LA CAMPAÑA DE COTA]

En capítulos anteriores, seis destacados y destacadas militantes de los principales partidos acceden a elaborar un programa electoral consensuado, a cambio de que no se publiquen sus nombres reales. Tras llegar a laboriosos acuerdos sobre asuntos tan espinosos como la inmigración y los pactos postelectorales, les doy dos días libres para que celebren adecuadamente el puente de Difuntos. Los vuelvo a citar en Lérez, a la salida de la comida anual de los Sanbeniteiros, en la que me hacen cargo de un discursillo tan amable como solemne tras compartir con tan buena gente un cocido grandioso.

La señora del PSOE, Emilio Butragueño, sospecho, ha formalizado una relación afectiva con el joven de Unidas Podemos, Doña Carmen Polo de Franco. Son los últimos en llegar y lo hacen cogidos de la mano. Los demás ya están sentados a la mesa, respirando un ambiente distendido que se rompe cuando les propongo resolver la cuestión catalana.

"La solución es fácil", comienza el representante de Vox, Abdul Hussein. "Ley marcial, 155, Torra a la cárcel. No voy a decir nada que no hayan dicho ya Blas de Lezo, Hernán Cortés y el Cid", zanja. No parece muy dispuesto a añadir ni a escuchar ninguna otra cosa. En nombre de Ciudadanos toma la palabra Renault Fuego Turbo. No tiene al parecer nada que decir que ya no haya dicho Abdul Hussein, pero aun así lo consigue. Los partidos constitucionalistas, dice, deben ponerse de acuerdo y remar en la misma dirección, que es la defensa unánime de la unidad de España y el combate sin cuartel contra el independentismo, pero cree que su partido es el único llamado a liderar esa cruzada. "Nuestro partido, que tiene origen catalán, es el primero que ha combatido al independentismo. Nacimos para ello y nadie mejor que nosotros conoce la problemática de esa región española".

Mencía Jusapol, militante activa del PP se siente aludida y ninguneada, por lo que hace una encendida defensa de la posición de su partido: "Parece que hay quien olvida que fue el PP de Mariano Rajoy el que tuvo el valor de aplicar el 155 en Cataluña tras intentar desactivar sin éxito el referéndum ilegal de los golpistas. Fuimos nosotros quienes convocamos las elecciones autonómicas que devolvieron Cataluña a los separatistas. No vamos a aceptar lecciones de partidos que nacieron el otro día, mucho después del caso Gürtel. Es muy fácil para algunos sumarse al carro del constitucionalismo que nosotros venimos defendiendo desde hace décadas".

"La solución es fácil", comienza el representante de Vox, Abdul Hussein. "Ley marcial, 155, Torra a la cárcel. No voy a decir nada que no hayan dicho ya Blas de Lezo, Hernán Cortés y el Cid", zanja

Mientras los demás hablan, Emilio Butragueño y Doña Carmen Polo de Franco se besan sin disimulo al otro lado de la mesa. Carraspeo varias veces para hacerles ver que es su turno de palabra. Emilio Butragueño defiende el diálogo sin dejar de besar a su amado. "Soy una mujer de armas tomar, libre. Dentro de la Constitución todo. Fuera de ella, nada". Doña Carmen asiente y dice que sí, pero que España debe reconocer su plurinacionalidad y a partir de ella plantear un diálogo sin líneas rojas partiendo del respeto y de la necesidad de permanecer unidos como un pueblo diverso pero único. "Como Butragueño y yo, que nos amamos desde la diversidad", dice.

La última en intervenir es la joven Agnieszka Haakonsson, militante de Galiza Nova: "Nós defendemos o dereito a decidir, apostamos polo autogoberno no senso máis xeitoso da palabra e poñémonos a carón dos cataláns e das catalás na súa loita pola República de Catalunya. Pensamos que a dereita españolista debe marchar fóra da ría dun carallo dunha vez e abordar os problemar reais da Galiza e deixar a submisión ás directrices castelás marcadas desde Madrid".

PROPUESTA. Si los anteriores acuerdos se antojaban imposibles, éste parece todavía más lejano. Les digo que si lo logramos entre todos y todas no habrá nada que se nos resista. La discusión se eterniza hasta que les hago ver, empuñando el revólver de Abdul Hussein, que de ahí no se levanta nadie hasta que se haya firmado un acuerdo unánime. Tengo que pegar dos tiros al aire y luego apuntarlos uno a uno para que entren en razón. La cosa queda de la siguiente manera:

- Aplicar inmediatamente el artículo 155.

- Una vez que Catalunya queda bajo autoridad del Estado español, declarar su independencia.

- Acto seguido, emprender la reconquista de la República de Catalunya.

Comentarios