Opinión

La vendetta de Meghan

SER PLEBEYA y casarse con un príncipe, así a simple vista, no es ningún chollo. Léase Letizia, Máxima de Holanda o Meghan Markle, mestiza, divorciada y actriz. Una perita en dulce para los tabloides británicos tan dados a despellejar a sus royals. Ahora, por el módico precio de 7 millones de dólares —una fruslería—, ha llegado su vendetta: ha roto el código de silencio, ha clamado contra el racismo imperante en The Firm y ha resucitado el fantasma de Lady Di, quien también puso contra las cuerdas a Isabel II con una famosa entrevista en la que destapó su matrimonio à trois’. Ahora, el Meghxit’ promete, y mucho. Pero una cosa está clara: es la nueva Wallis Simpson. Y su precio será el ostracismo.

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