Opinión

En total confianza

CORTINA DE HUMO

CUANDO UNO QUIERE que algo cambie debe intentar cosas diferentes, es una ley no escrita que sirve para casi todo. Y eso fue, precisamente, lo que hizo ayer Alberto Núñez Feijóo antes de su mitin final en Pontevedra: entró en una librería y se compró Malaherba. Dedicar la jornada de reflexión a leer la última novela de Manuel Jabois debe estar en las antípodas de lo que el presidente de la Xunta de Galicia hizo allá por el mes de abril, que tranquilamente pudo ser una maratón de Modern Family o un revisionado de la trilogía original de La Guerra de las Galaxias: "Únete a mí y gobernaremos este país como padre e hijo, Pablo", me lo imagino diciendo al televisor cuando nadie le ve.

Algún tipo de cambio era, precisamente, lo que parecía buscar el Partido Socialista con la repetición electoral. Y parece que, finalmente, sí lo conseguirá: falta por ver cuál será y para qué servirá. Algunos medios han publicado que el presidente en funciones, Pedro Sánchez, podría dedicar parte de la jornada de reflexión a coordinar la Comisión de Seguimiento para Catalunya lo que, francamente, es un plan bastante triste. Conocida como es su afición al baloncesto, bien podría venirse a Pontevedra, a ver con Tino Fernández algún partido grabado de Los Angeles Clippers. El edil socialista está tan contento con los fichajes de su equipo favorito en la NBA que unas horas en su compañía solo le puede hacer bien a un candidato en liza. Incluso podrían salir a jugar un uno contra uno en las canastas Barcelos: yo creo que ganaría Sánchez, aunque tampoco apostaría por ello.

De Ana Pontón sabemos que tiene pensado salir a tomarse un vermú en la Praza de Abastos de Santiago junto con Néstor Rego y algunos otros destacados militantes y candidatos del BNG. Es un plan atrevido pero apetecible, como cualquiera que incluya croquetas y empanada. Dicho esto, bien haría la líder nacionalista en dedicar, al menos unas horas de esta enésima jornada de reflexión, a familiarizarse con los colores chillones de Pocoyó, Pepa Pig, Bob Esponja, La Patrulla Canina... Aún recuerdo una tarde que me quedé con los gemelos de unos amigos y casi me da un ataque de epilepsia, siempre es mejor prevenir que lamentar. Comprar ropita para su bebé también podría ser un tiempo muy bien invertido: es una actividad relajante y que suele traer buena suerte a los políticos, no sé por qué, teoría a la que parece se apuntará María Vilas, candidata de Ciudadanos por A Coruña: "Buena falta nos hace", pensará.

Curiosamente, los planes más familiares —o exclusivamente familiares, vamos a ser muy concretos en esto parecen ser los de Antón Gómez-Reino y Yolanda Díaz. Uno siempre ha imaginado a los candidatos de Unidas Podemos como gente más desapegada del ámbito familiar, curiosamente. Los prejuicios tienen este tipo de cosas, supongo, motivo por el cual estoy seguro de que los candidatos de Vox en Galicia se dispondrán a piratear la señal de Canal Sur para pasar la tarde sin grandes sobresaltos, riéndose con Juan y Medio o folclores similares. Yo, por mi parte, pienso dedicar esta jornada de reflexión a disfrutar del talento de mi querida María Toro en el Festival de Jazz de Madrid. Los responsables del periódico, en un acto temerario, me han enviado a la capital para vivir en directo una jornada apasionante, la de mañana, que trataré de contar a todos ustedes como a mí me gusta hacer este tipo de cosas: en total confianza.

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