Opinión

Terraceo de alto riesgo

Nadie se hubiera imaginado antes de la pandemia tomando un café en una mesa ubicada en el medio y medio de un carril de la Ronda da Muralla, ni tomando cañas en una plaza de aparcamiento de Camiño Real, escondida entre turismos. La estampa es muy llamativa y revela sin duda que las ganas de ocio nos están convirtiendo en ciudadanos intrépidos dispuestos a jugarnos el tipo por un momento de terraceo. Sentarnos a escasos metros de los coches en marcha con la única medida de seguridad que ofrece un cono de obra es arriesgado. Demasiado arriesgado. No tengo muy claro quien es el responsable de tal irresponsabilidad, si el que se sienta o el que lo permite. Y ojalá nunca haya que discutirlo.

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