Opinión

Coser o tallar figuritas

CRECÍ EN una época en la que algunos colegios impartían costura como asignatura obligatoria. Las monjas me enseñaron a hacer vainica y a coser botones. Lo primero no me aportó nada, pero lo segundo me resultó muy útil cuando mis hijos comenzaron a utilizar mandilón escolar. Saber coser me resulta práctico, pero no me empodera, como les pasa a las políticas de Vox. Es más, recuerdo que coser nos cabreaba muchísimo a las niñas, pero no por tener que dar puntadas, sino porque, durante esa clase, los niños tallaban figuras en una pastilla de jabón Lagarto. No podíamos elegir, y lo que empodera, señoras, es que cada mujer tenga la libertad de elegir si quiere coser o tallar figuritas.