Opinión

Quiero pedir vez

AL PARECER en ese congreso de móviles de Barcelona las marcas presentan novedades inspiradas en lo que demanda el público. Error.

Lo que demandamos una y otra vez son cosas que nos hagan la vida más fácil o, por lo menos, frases hechas a las que recurrir si algo se nos tuerce. Es decir, lo que sea con tal de no hacer un esfuerzo. Claro que en las multinacionales lo saben muy bien y por eso nos lo ponen en bandeja con la única condición de que aumente su cotización en bolsa.

Todo es aprovechable. Hasta la mala educación te puede hacer multimillonario. Párese si no a pensar en la organización de las colas. De toda la vida las colas se ordenaron solas. Un señor llegaba y preguntaba: «¿Quién es el último?» Se trata de un sistema infalible y redondo. La perfección adornada por la sencillez.

Pero alguien tuvo que inventar esas roscas con números del demonio para liarlo todo. Así que ahora siempre hay follón. «¡Ah! ¿Había que coger número?». Pues claro merluzo, hay que dar de comer a los fabricantes de esas roscas de papel sin final aparente. Eso sí, en breve se pedirá vez desde el móvil. La mala educación cotiza mucho más al alza si la ejerces on line.

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