Opinión

Formas de cambiar

¿Qué quedará de todo esto? Todavía no lo tengo claro. Salvo los atentados del 11-S y el 11-M nunca fui nada hábil para captar momentos históricos. Cuando empezó la primera guerra de Iraq, la del 91, me llamó un amigo por teléfono. Era de madrugada y yo estaba dormido. Le contesté con un graznido y me volví a la cama. Aún fue peor con lo del Muro de Berlín. Aunque ya estaba estudiando Periodismo cuando lo derribaron, aquel día echaban una película de Paul Newman en La 2 (podría ser El buscavidas), entonces La Segunda Cadena, y no guardo ningún recuerdo de todo aquello. Solo de esos prefabricados que construí años después con las imágenes que fueron repitiendo.

Por decir algo más ceñido a todo esto, con trece años me pasé dos meses de cuarentena radical en mi casa por un golpe muy feo en un riñón y no tengo la menor idea de qué hice en todo aquel tiempo. Sí me quedó la sensación de que se me hizo largo, pero no es ningún apunte trascendente de mi biografía. Así que quién sabe. Dentro de 36 años a lo mejor todo esto no es más que un recuerdo borroso. Todo lo que se va a llevar por delante, que no será poco, tal vez puede que sea sustituido por alternativas variables al modo en que yo sustituí la caída del Telón de Acero por una película. Lo mismo le ponemos punto final a un modo de entender el mundo cambiándolo por otro de modo que una vez metidos en él ya no echemos este de menos. Pero el golpe en el riñón, ese no nos lo quita nadie.

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