NO ES este lugar para tribunas ni para murgas trascendentes, pero sí querría que entre todos hagamos una buena obra y estos días compremos una colonia. Para regalo o para uso personal, da un poco lo mismo. No es que comprase un paquete de acciones de Jean Paul Gaultier, es que me da mucha pena pensar en lo que puede llegar a pasar en caso de que haya una caída en la venta de perfumes. Con lo que se están gastando en anuncios de la tele.
Y eso que es evidente que se dejan ahí lo que no metieron en discurrir algún anuncio original. Todo lo que vi de novedoso este año se limitó a cubrir a Chalize Theron del mismo oro líquido con el que habían cubierto hace años a otra modelo noruega que luego resultó ser una facha de mucho cuidado. El resto sigue igual.
Ese anuncio en el que un tipo se tira de un acantilado para ir junto a una joven que lo espera en una barca va, aproximadamente, por su quinto año de emisión. No sé lo que les habrán pagado, pero seguro que pedirían más de llegar a saber que el anuncio iba a estar más de un lustro rulando por ahí. Aunque este año lo cortan un poco antes que en 2017, para que no se vea nada del culo del chico. Lo cual no huele nada bien.
