Opinión

Erasmus en Abu Dabi

La cara es el espejo de los genes
photo_camera La cara es el espejo de los genes. EP

CON TANTA ACUSACIÓN de ilegitimidad por todos los lados y tanto ardor guerrero como consume a la derechas de más aquí y de más allá, yo creo que se nos está quedando un país perfecto para una guerra como dios manda: para una guerra sucesoria, claro, la única posible en una monarquía parlamentaria asentada y madura como la nuestra.

En esta casa somos froilanistas, por supuesto. En realidad somos más tirando a republicanos tradicionalistas, de los de la clásica guillotina, pero si tiene que ser uno y tiene que ser un Borbón, que sea don Froilán. Legitimidad no le falta como primogénito de la Duquesa de Lugo, doña Elena, injustamente arrinconada en la línea sucesoria en beneficio del heredero con órganos genitales masculinos.

Nos está quedando un país perfecto para una guerra como dios manda: para una guerra sucesoria

A nuestro aspirante lo han mandado a Abu Dabi con su abuelo, otro Borbón con experiencia en saltarse las líneas sucesorias. A lo mejor aprende algo, donde mejor preparación han obtenido los reyes españoles es en el exilio. Lo han mandado porque acusan a nuestro baluarte, seguro que injustamente, de haberse dado a la fiesta y a las mujeres, y creen que su abuelo Juancar lo sabrá meter en vereda. Un plan sin fisuras.

No sé por qué me ha venido a la cabeza una rueda de prensa de Julio Iglesias. Una periodista le preguntaba por la posibilidad de que su hijo Enrique Iglesias "haya seguido su pasos en cuanto a la vida amorosa se refiere". Julio abrió mucho los ojos y desparramó una carcajada sobre el micro: "¡Ni hablar, qué va a seguir mis pasos! Yo he sido un campeón para eso. Mi hijo canta mejor que yo, pero de novias, nada".

Mucho le queda a don Froilán para llegar a las bribonadas de su abuelo, pero se puede tomar su estancia junto a él como lo más cerca que estará de un Erasmus. Además, necesita perfeccionarse, dado que hasta que no consiga arrebatar el trono a su tío o a su prima, su impunidad no será oficial, sino que dependerá del grado de escándalo que conlleve. Que cubrirá casi cualquier salida de tiesto, ya lo estamos viendo, pero no todas y por interpretación constitucional.

Mientras, su abuelo le podrá ir presentando a su otra familia, la de los sátrapas árabes que llevan tantos financiando los caprichos de los Borbones a cambio de que estos trabajasen como comerciales y relaciones públicas para ellos. Igual hasta le encuentran a alguna princesa para obligarla a casarse con él a cambio de una dote resultona. Seguro que don Froilán encuentra camellos suficientes, parece que eso se le da bien.

Mucho le queda a don Froilán para llegar a las bribonadas de su abuelo, pero se puede tomar su estancia junto a él como lo más cerca que estará de un Erasmus

Cuentan que el rey usado tiene de siempre mucha complicidad con don Froilán, esperemos que no del mismo tipo que con Manuel Prado y Colón de Carvajal, así que seguramente la estancia del legítimo heredero en Abu Dabi no dure mucho, lo justo para que por el reino vaya amainado el último escándalo de navajazos, discotecas y coches estrellados. En estos momentos la campechanía no parece la mejor terapia.

Que vuelva cuando él quiera, faltaría más, para eso este su cortijo y nosotros, sus orgullosos vasallos. El caso es que regrese emponderado, consciente de la enormidad de destino y con su objetivo claro: reclamar para sí lo que le corresponde por historia, por designio divino y por genitales, el trono de las Españas. La Constitución, no lo olvidemos, consagra su derecho. Y en último caso, siempre podrá exigir un referéndum para que podamos votar entre su prima y él. Dios salve a Froilán, rey de los bellacos.

El fútbol da otro impulso a la libertad de la mujer en Arabia Saudí

Otros que han vuelto a estar por Oriente Próximo son los futbolistas, cuatro equipos españoles jugando la Supercopa en Arabia Saudí. Estas acciones ayudan mucho a la apertura de estos países y a los derechos de sus ciudadanos, como las mujeres. No hay más que ver la foto.

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