Opinión

Vana esperanza

PARECE que fue ayer, pero han pasado 27 años desde que se cometió el doble crimen de O Ceao, con una cajera y un reponedor de Cash Récord como víctimas, durante un probable atraco. Lo recuerda muy bien quien elaboró la primera información del suceso, y la primera deducción, compartida por algunos investigadores policiales, es que no sería difícil de resolver. No ha sido así. El caso, tras algunos carpetazos judiciales, sigue al parecer reabierto, y los familiares de las víctimas se ocupan cada año de recordarlo y de reivindicar justicia. Parece que ni las pesquisas de la Policía ni los procedimientos judiciales fueron eficientes, como se encargan de recordarlo quienes se oponen al cierre del procedimiento. En realidad nunca se reunieron pruebas sólidas para avanzar en el esclarecimiento, y se exculpó a un presunto implicado. Tampoco aportó ninguna luz el que la pistola utilizada fuese, dicen, un modelo que obraba habitualmente en poder de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Se entiende que las familias insistan en que se esclarezca el crimen, pero tampoco se puede obviar que se está alimentando una artificiosa y a la vez vana esperanza. Conviene no ignorar que en España quedan sobre medio millar de asesinatos sin resolver. Evidencia de que el crimen perfecto existe.

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