Opinión

Uso del huso

EL SINSENTIDO del doble cambio horario anual, revestido por un imaginario ahorro energético, choca ahora, cuando pretende anularse en base a los resultados de una encuesta poco fiable, con un endiablado galimatías de intereses políticos y conveniencias locales que lo barrunta imposible, siempre que se trate de agradar a todos. Es decir, que en vez de un horario europeo, cada país aspira a tener el propio y en donde cada cual hará uso del huso a su medida, de no hallarse una fórmula conciliadora, en la que todos cedan en sus planteamientos. Difícil. Pero más difícil se torna en España, unos a favor de que se imponga el horario de invierno y otros el de verano, con los canarios decididos a no perder "una hora menos". ¿Solución? Lo que se le ocurre al Gobierno es crear una... ¡comisión de expertos! ¿Sabe alguien si las denominadas "comisiones de expertos" dieron luz alguna vez a un problema depositado en sus manos? ¿Podrán solucionar el del horario? Ojalá, pero los antecedentes son demoledores. Sirve, eso sí, como recurso recurrente para divertir, pasando por caja, a unos cuantos amiguetes. O sea, echando balones fuera para eludir responsabilidades. Si falla, el Gobierno dirá que él no ha sido.

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