Opinión

Rosario Durcal

LOS éxitos y honores de Rosario Durcal, la actriz, cantante y estrella cinematográfica de proyección internacional nacida en Lugo, tardaron en ser apreciados, como se merecía, en su ciudad. Ahora, la Semana de Cine, gracias al esfuerzo de su director Manuel Curiel, acaba de corresponder justamente dedicándosela, aportando además un muy curioso libro biográfico, basado en una minuciosa exploración, humana y artística, de Curiel, con fotografías y documentación que acreditan la grandeza de la protagonista de Las Leandras, que volvió a Lugo en 1970. Para el reportaje que publicó el periódico el 10 de abril de ese año anduve junto a Rosario Durcal en su sentimental visita, y fui testigo también de su particular emoción al volver a la casa en la que había nacido, coincidiendo que su padre, militar, estaba destinado en Lugo. La fachada de la vivienda, contigua a la ubicación del desaparecido Regio, aún no se había modificado. Volveríamos a coincidir al año siguiente con motivo de su memorable recital musical en el Gran Teatro, espectáculo que reventó el aforo de la sala, con el que remarcó su cariño hacia Lugo. Continuarían sus éxitos por el mundo. En 1993 sería Lucense del Año. Menos mal.

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