Opinión

Paseos del curre

CADA cosa a su debido tiempo y en su momento. Las comidas de trabajo gozaron de todo su esplendor, más como fiestorra que como herramienta del curre, pero servían al fin al cabo para intercambiar impresiones y modificar el ambiente. Cayeron en picado, salvo las excepciones que nunca faltan. Ahora, dicen que lo que priva es la videoconferencia, de negocio o como quiera que se les llame, en pijama, desde la cama, sin afeitar y puede que antes de pasar por la ducha. No es fácil aventurar cuál será el recorrido, pero el bostezo puede acelerar el cambio de planes una vez que la pandemia deje rienda suelta al afán de explorar nuevos horizontes de contacto y de cónclave. Porque las ideas y las sensaciones no se detienen. Ahí tienen, por ejemplo, el hallazgo de Greg Caplan, el emprendedor estadounidense que decidió crear la plataforma Spot. Consiste en rejuntarse paseando, a la vez que se admiran los árboles y se relajan tensiones con el canto de los pájaros, al estilo de una caminata por el Rato o aledaños del Miño. Se participa solo mediante voz, y para que las palabras no se las lleve el viento, se trascribe lo hablado, utilizando un sistema basado en la inteligencia artificial, en un texto que queda a modo de acta. De momento no se prevén pinchitos...

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