Opinión

Morosos

CON INDEPENDENCIA de algunos otros desvaríos de mayor calado y extemporáneos, para satisfacer intereses políticos, económicos u otros avatares, no queda otro remedio que preguntarse si las leyes y la Justicia son para servir al ciudadano de bien, o están para respaldar o ignorar transgresiones. A los okupas, para que no se eternice la invasión de la propiedad, han de ahuyentarlos los vecinos en vez de los jueces. Ahora, sin ser un problema reciente, asoma la incapacidad legal, que permite a los morosos de las comunidades de vecinos usar triquiñuelas para no pagar sus cuotas, librándose del embargo u otras medidas reguladas, a veces sin causa justificada. En Lugo acaba de convocarse el primer escrache ante el establecimiento de un moroso, para que todos lo sepan. Por razones de intimidad, no parece el resorte más apropiado, pero ya verán cómo se extiende el uso y toma carta de naturaleza entre los muchos afectados, aburridos de apelar a vías legales sin éxito. Los deudores se lo pensarán muy mucho y medirán sus artimañas antes de sufrir el acoso vergonzante, que es la premisa que respalda la estrambótica actuación del cobrador del frac, pregonando las miserias del no pagador. Son actitudes ingratas a las que se llega por incompetencia de la legitimidad.

Comentarios