Opinión

Matonismo

Es un indescifrable sarcasmo, pero quieren hacer ver que todos los que no piensen como ellos, adalides del totalitarismo, son fachas. Son fanáticos y violentos, revestidos de ‘demócratas’ de conveniencia, enemistados con las urnas y convencidos de que la mejor manera de hacer valer su intolerancia es arremeter a pedradas o estacazos, o por cualquier otro método reñido con el razonamiento y la avenencia, contra cuantos creen en la libertad de voto y de expresión. En eso consiste su bravuconería, no solo por parte de quienes lo asumen con desparpajo, sino que también es el formulario de determinados partidos que celebran y apoyan sus insidias. O asienten, callándose y dándoles cobertura. Entramos en una espiral muy peligrosa, cuyas consecuencias son imprevisibles. Que no estén de acuerdo, por ejemplo, con los postulados de Vox no acredita la fascistada de Vallecas. Que consideren a Vox de la extrema derecha no les faculta para ultrajar a un partido (y a sus votantes) encuadrado en la parrilla democrática, les guste o no. No se percatan de que los apoyos suelen ser fruto del rechazo que ellos mismos alimentan, oponiéndose a su intransigencia mediante el voto. Ningún tipo de matonismo puede sustituir a las libertades. No lo entienden.

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