Opinión

Expropiando

SIEMPRE se dice que en el comer y el rascar, todo es empezar, y el símil tiene sus derivaciones, aplicadas en este caso al afán usurpatorio de la izquierda, como es la vocación de Podemos, orientada a expropiar inmuebles desocupados en vez de ofertar viviendas sociales, quizá por ser más fácil para el camelo. Por eso, la iniciativa del gobierno balear (PSOE, Podemos y nacionalistas de Més) confiscando pisos para alquiler social, es susceptible de ser aplicada en otras comunidades.

Los juristas entienden que la disposición choca de pleno con el derecho a la propiedad privada y auguran que la normativa será revocada por los tribunales, pero no evita el choque social, con independencia de que los entendidos sostienen que no remedia la carencia de residencia barata, pero sí alimenta la inseguridad jurídica, sumada a la que practican las mafias okupas, con lo cual la desconfianza que produce el hecho de cuestionarse la propiedad tendrá efectos negativos y permanentes.

A raíz de ello, los entendidos prevén una menor inversión, con el consiguiente encarecimiento de la oferta de vivienda en alquiler, lo que sin duda redundará en perjuicio de quienes carezca de casa propia y no les quede otro remedio que acudir al mercado de alquiler. Política social, pero al revés.

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