DECENAS DE VECES se denunció en este periódico el no funcionamiento del alumbrado público del vial que bordea el parque de Paradai (Rúa Pedáneo Xoán Diego), farolas instaladas hace más de cuatro años, sin que llegasen nunca a activarse y sin que nadie diese jamás explicación alguna al respecto. Ni Concello ni Diputación, responsables de la negligencia, como de otras muchas desidias ahogadas en el tiempo. El PP, comparsa inerte de una volatilizada oposición en uno y otro organismo, acaba ahora de descubrirlo y denunciarlo. Pudiera decirse que más vale tarde que nunca, pero no sirve como justificante de un deber incumplido. Su obligación, como la de todos los que forman la contra al gobierno local, es denunciar puntualmente carencias e incompetencias y, por lo tanto, al no hacerlo, es tan responsables de los desatinos como quienes tienen el debe de subsanarlos. ¿Cómo es posible que perdure tanta dejadez en una de las áreas de esparcimiento más concurridas de la ciudad como es el parque de Paradai, y que al caer la tarde nadie arriesga utilizar por falta de luz? Pues lo es y así seguiremos. Son tan incorregibles como inútiles.
