Opinión

Chambonadas

CONVENDRÍA que el Concello explicase a la ciudadanía en qué consiste el chapucero plan de repintado de las señales horizontales en las calles de la ciudad: por la chambonada hecha y lo que está o quedó sin hacer. El caso es que comenzó a renovarse la deteriorada señalización, en unos sitios sí, en otros no y así, de lastimosa, quedó la operación, inacabada. En muchos pasos de peatones se borraron algunas de las bandas carcomidas, quedando otras en igual estado y de ahí no se pasó. Ahora, sin tiempo no es, la federación vecinal contó los pasos defectuosos y le salen ochenta, reclamando que se reparen por el peligro que ello representa para los viandantes. Ochenta parecen muy pocos, porque por cualquier sitio que se vaya están sin remarcar o renovar, pero el número es, al fin y al cabo, lo de menos. Lo peor es la indiferencia y la despreocupación que se percibe en el gobierno local a la hora de solucionar estos y otros problemas y deterioros desatendidos. No consiste en hacerse la foto al lado de un socavón nivelado, como queriendo traslucir gráficamente las imaginarias bondades de gestión. Consiste, señores, en no permitir que haya baches, para lo cual es preciso que las brigadas municipales (y los políticos) atiendan sus obligaciones. Sobran fotos y apariencias.

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