Opinión

Argumentos

COMO bien apuntaba ayer Jenaro Castro en este periódico, en Villar de Cañas están hasta los ‘güevos’ de las grullas, desde que son la excusa (de peso) del gobierno de Castilla-La Mancha para impedir que el cementerio nuclear, con trabajos muy avanzados, se asiente en ese enclave manchego con el beneplácito del vecindario por lo que supone de desarrollo económico. Es probable que sobren motivos para rechazarlo, pero si el principal que arguye el ejecutivo de Page es el de ampliar la zona protegida de tales aves (migratorias), debe de ser el lugar adecuado para el depósito de residuos. Se nota demasiado cuando los argumentos son evasivas de mal pagador. Los intereses partidistas rara vez son razonamientos de peso y a la larga surten el efecto contrario al buscado, y más en este caso cuando el proyecto, inspirado para más inri por el gobierno de Zapatero, cuenta con el aval del Consejo de Seguridad Nuclear y con la aprobación de los vecinos. Porque sería intolerable que no se adopten todas las medidas de seguridad que el proyecto requiere.

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