Opinión

Aparcamientos

 

SI INDEFENDIBLE es que la adjudicataria de los tres párkings públicos de Lugo lleve 32 años usurpando diez centímetros por plaza, que para la oposición municipal significa que explotó gratis treinta habitáculos durante ese tiempo, bastante más escandaloso es que el Concello no se preocupase de comprobarlo e impedirlo. No resulta creíble que no lo supiese (tan ciegos no son), pero aun ignorándolo, nada justifica la indiferencia. Es, pues, necesario que se explique y que se investigue, bien la acción de mirar para otro lado o la omisión. Es un doble fraude, contributivo para las arcas municipales y de funcionalidad al usuario, al que se obligó a sufrir penalidades por la angostura de las plazas, pagando por estacionar lo mismo que si el espacio fuese el preciso. Es de ley exigir a la empresa que restituya lo apropiado, con independencia de si hay otras responsabilidades por parte de quienes tenían el deber de control, y estar a la vez muy pendientes de cómo va a diseñarse la nueva distribución; solo falta que se incumpla de nuevo la división acordada, de tres a dos, para que dejar el coche no sea un suplicio. Es sin duda una absurda y esperpéntica situación que solo puede darse en Lugo.

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