Opinión

Aclárense

Núñez Feijóo es un criptonacionalista que inicia la marcha hacia la independencia. En Galicia se arrincona el español. Soberanas tonterías, ¿maldades? como estas se podían leer en las redes días atrás, con la reproducción de un titular en El Mundo: "Feijóo exige el gallego como requisito obligatorio para ser profesor". Sería para corregir lo que sucedió con mis hijos, les impartían la asignatura de gallego en castellano. Así salimos mudos para lenguas en España.

El sentido común, si lo tuviesen y si conociesen la realidad de muchas comarcas de Galicia, dice que los profesores como otros muchos servidores públicos deberían conocer el gallego. ¡Elemental! No es separatismo ni gaitas. ¿Respetan o no el Estatuto como una pieza orgánica del entramado constitucional? "La lengua propia de Galicia es el gallego" y "los idiomas gallego y castellano son oficiales", según el Estatuto ¿Lo aceptan o no? Me temo que no y empiezo a ser muy pesimista sobre la voluntad y capacidad de estos nacionalistas uniformistas para aceptar la realidad lingüística plural de España. Aquellos veraneantes que comentaban alarmados que habían conectado la Radio Gallega en el coche y que solo hablaba en gallego son un ejemplo de que la estupidez se contagia. Necesitan viajar más, como un breve recorrido por Suiza; abrir la mente un poco y molestarse en conocer y aceptar la realidad plural de España.

Es una obviedad, aunque alguno se ofenda, la enfermiza obsesión en ciertos medios de la derecha madrileña frente a cualquier presencia o defensa del gallego en Galicia. Largan con descaro absoluto mentiras sobre imposición del gallego o prohibición del castellano. Solo entienden la imposición en una dirección. Ya sé que por el otro lado hay gente con igual "teima".

Los presuntos defensores de la integridad y la unidad realizan con empeño la tarea contraria: ¿Admiten y tienen asumido que se pueda ser tan español hablando gallego, catalán o euskera como castellano en Lavapiés? Todo apunta, con reiterada insistencia y mala fe, a que no.

No entendieron ni asumieron nada del Estado de las autonomías. España y la unidad es para estos uniformistas lingüísticos solo al modo franquista. Sí, sí, no superaron el nacionalismo franquista ni frente a las regiones o nacionalidades españolas ni frente a Europa. De la Constitución recogen lo que les da la gana. Siguen instalados en el habla en cristiano.

Lo suyo no es centralismo político- administrativo como organización del Estado, es un nacionalismo tan supremacista como el que denuncian en Cataluña. Si la idea y la realidad de España es únicamente su concepción nacionalista, sencillamente excluyen, separan, echan fuera. Alimentan lo que denuncian.

Querría suponer, pero lo dudo, que los autodenominados constitucionalistas de última hornada sabrán y aceptarán que el gallego es lengua cooficial en Galicia. Salvo como expresión de ignorancia, odio, un problema de manía persecutoria, que exige psiquiatra antes que debate, o directamente es halago genuflexo ante quien otorga recompensa económica —véase el chiringuito—, no hay explicación para que el señor Cantó publique un tuit en el que dice que las comunidades socialistas dedican partidas económicas a promocionar las lenguas propias para "arrinconar el español". Ya se había lucido, y fomentado el desencuentro y el odio, con la "persecución" del castellano en Galicia. Hay que darle mucho al licor café.

El señor Casado debería explicarnos qué entiende por convivencia de las lenguas oficiales en Galicia. Con las asesorías que incorpora me temo lo peor. Aclárense de una santa vez: ¿admiten o no que se puede ser tan español hablando en gallego como en castellano? Si la respuesta práctica es no, como dan a entender, claro que hay un problema: hay exclusión y supremacismo por quienes se autoproclaman monopolizadores de la idea de España