Opinión

Presión de cara al 26-M

Poco tienen que ver unas elecciones generales con unas municipales, pero hay una convención que marca que el partido que gana en España sigue cosechando éxitos después en los ayuntamientos. Dadas las dimensiones de lo ocurrido el domingo, eso mete una enorme presión a los partidos. 

Todo hace presagiar, pues, que la campaña del 26-M será dura. Y la presión no afecta solo a los grandes partidos, también las fuerzas más minoritarias se la juegan, porque necesitan reforzarse como opciones sólidas en una campaña que, al ser también europea, no estará marcada solo por lo local.

Comentarios