LO MÁS atroz que se ha vivido en España desde el Comité Federal del 1-O del PSOE fue la gala en la que elegimos a Manel Navarro como representante en Eurovisión. Aunque en Ferraz no llegó a haber violencia física, como sí sucedió en la gala de TVE, quedaron más cristales rotos en el PSOE que los que se cargó el chico de Do it for your lover al atacar su último estribillo el sábado. Del mismo modo que no se puede negar que Navarro ha llegado muy lejos, concretamente hasta Kiev, tampoco se puede decir otra cosa que no sea que Patxi López ha ganado el debate. El exlehendakari, como el portugués Salvador Sobral, partía con ventaja porque todos aseguraban que estaba en tiempo de descuento, algo que infunde coraje y ablanda los corazones. El duelo importante, el de Sánchez y Díaz, no lo ganó la andaluza pero sí lo perdió el madrileño. La cara que se le quedó cuando la presidenta, a la que no supo ni retratar como la titiritera que es, le contestó con un "no mientas, cariño", ilustró sobradamente su frustración por no dominar el encuentro. Sin embargo, la puntilla a la inconsistencia de Sánchez se la puso López espetándole el ya mítico desde hoy: "Pedro, ¿sabes lo que es una nación?". Y Pedro tan sólo contestó con un gallo.
