Opinión

Ora

SE CALIENTAN motores para las próximas elecciones municipales. Los partidos políticos buscan asuntos que puedan favorecerlos en tanto en cuanto debilitan a los adversarios. Pero aquí, en Lugo, todos parecen haberse olvidado de una de las ocurrencias del actual gobierno municipal (lo de Gobierno, por decir algo) más demagógicas y estúpidas que cupiera imaginar. Tal fue la caprichosa supresión de la Ora, que ha convertido zonas de la ciudad en permanentes amontonamientos de coches, con el consiguiente grave perjuicio para los que buscan un estacionamiento transitorio y para los residentes. Y con negativas consecuencias estéticas y hasta medioambientales.

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